lunes, 4 de abril de 2016


El trabajo del psicólogo en pacientes con cáncer.


Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer es una de las situaciones más difíciles, estresantes y temidas en la sociedad actual. Pocas enfermedades originan tantos problemas psicológicos. Esto es así porque en el cáncer se dan una serie de circunstancias que, por sí mismas, son generadoras de malestar psicológico: su cronicidad, la incertidumbre ante su evolución, los efectos secundarios de los tratamientos y el significado social de la palabra cáncer (Alonso & Bastos, 2011).
Los principales objetivos del tratamiento psicológico ante esta enfermedad, además del estudio de los modos de afrontamiento, son la utilización de técnicas terapéuticas para mejorar la calidad de vida del paciente. En ocasiones cuando la enfermedad se encuentra en una etapa terminal se busca principalmente, como lo especifica Sanz (1986 citado por Barreto & Bayés, 1990), que esta situación sea una etapa natural de la vida y no la prolongación de una agonía. 
Por otra parte el trabajo del psicólogo lo describe Llantá, Grau, & Massip, de la siguiente manera: La situación de enfermedad coloca a la persona en una lucha continua, entre estudios diagnósticos y tratamientos casi siempre agresivos, entre buenas y malas noticias y entre la esperanza de vivir y la de morir; por lo que la mera sospecha de la presencia de síntomas y signos de cáncer, ya justifica la proyección de intervenciones psicológicas en este tipo de personas. El sólo hecho de tener contacto con una institución cancerológica o con indicaciones de pruebas diagnósticas que puedan conllevar a asumir que se tiene este padecimiento, implica riesgo o vulnerabilidad emocional.
El proceso del paciente resulta en especial desgastante como anteriormente se explica,  ya que supone una ruptura del mundo interior de la persona, esto quiere decir que provoca la experiencia de la propia limitación e interrumpe la realización del proyecto personal de la existencia humana (Alonso & Bastos, 2011), es por tal motivo que se expone a la persona a verse, en muchas ocasiones, con cierto grado de simplicidad, la vida que ha llegado a su fin y se ve, a sí mismo, minúsculo, vulnerable e incluso ignorante del futuro, sin poder tener el control de lo que acontecerá una mejora o empeoramiento de su situación y muchas veces solo.
Esto además de ser objeto de las cargas sociales naturales de la enfermedad. El pensamiento inmediato al escuchar la palabra cáncer, que la mayoría de las personas relacionan con muerte, dolor, miedo, desesperanza, incertidumbre, incapacidad y alteración de la vida cotidiana. Tiene como menciona Alonso & Bastos (2011), “el peso de ser un estigma social”.

El trabajo del psicólogo representa un apoyo personal, individual e íntimo que no es posible crear en terapias grupales o en el tratamiento con la familia, ya que se acompaña desde el diagnóstico, los tratamientos, remisión, recidiva (cuando la enfermedad regresa después de varios meses), pacientes en fase terminal, etc.
El acompañamiento psicológico con el paciente que asiste por atención psicológica o es remitido por alguna instancia de salud, es duradera y en muchas ocasiones se crea una alianza terapéutica tan fuerte que incluso después de que el tratamiento ha concluido (esto es cuando se logra una aceptación de la enfermedad y adaptación a la misma), se le ofrece al paciente la oportunidad de retomar la terapia si en algún momento así lo decidiera crea, además, una consciencia de salud mental, expresada quizá en la confianza y la necesidad de expresar sus emociones después de haber vivido una experiencia tan fuerte y haber sobrevivido a ella o en ocasiones propiciar un cierre adecuado con familiares y con el paciente, cuando ha sido impuesto por la progresión de la enfermedad que ha supuesto la muerte de la persona.

Bibliografía

Alonso, C., & Bastos, A. (2011). Intervención psicológica en personas con cáncer. Clínica Contemporánea, 187-207.
Barreto, M., & Bayés, R. (1990). El psicólogo ante el enfermo en situación terminal. Secretariado de Publicaciones e Intercambio Científico, 169-180.
Llantá, M., Grau, J., & Massip, C. (s.f.). La psicología de la salud y la lucha contra el cáncer.


Elaborò:




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