El trabajo del psicólogo en pacientes con cáncer.
Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer
es una de las situaciones más difíciles, estresantes y temidas en la sociedad
actual. Pocas enfermedades originan tantos problemas psicológicos. Esto es así
porque en el cáncer se dan una serie de circunstancias que, por sí mismas, son
generadoras de malestar psicológico: su cronicidad, la incertidumbre ante su
evolución, los efectos secundarios de los tratamientos y el significado social
de la palabra cáncer (Alonso & Bastos, 2011) .
Los principales objetivos del
tratamiento psicológico ante esta enfermedad, además del estudio de los modos
de afrontamiento, son la utilización de técnicas terapéuticas para mejorar la
calidad de vida del paciente. En ocasiones cuando la enfermedad se encuentra en
una etapa terminal se busca principalmente, como lo especifica Sanz (1986
citado por Barreto & Bayés, 1990), que esta
situación sea una etapa natural de la vida y no la prolongación de una
agonía.
Por otra parte el trabajo del
psicólogo lo describe Llantá, Grau, &
Massip, de la siguiente manera: La situación de enfermedad coloca a la persona
en una lucha continua, entre estudios diagnósticos y tratamientos casi siempre
agresivos, entre buenas y malas noticias y entre la esperanza de vivir y la de
morir; por lo que la mera sospecha de la presencia de síntomas y signos de
cáncer, ya justifica la proyección de intervenciones psicológicas en este tipo
de personas. El sólo hecho de tener contacto con una institución cancerológica
o con indicaciones de pruebas diagnósticas que puedan conllevar a asumir que se
tiene este padecimiento, implica riesgo o vulnerabilidad emocional.
El proceso del paciente resulta en
especial desgastante como anteriormente se explica, ya que supone una ruptura del mundo interior
de la persona, esto quiere decir que provoca la experiencia de la propia
limitación e interrumpe la realización del proyecto personal de la existencia
humana (Alonso & Bastos, 2011) , es por tal motivo
que se expone a la persona a verse, en muchas ocasiones, con cierto grado de
simplicidad, la vida que ha llegado a su fin y se ve, a sí mismo, minúsculo,
vulnerable e incluso ignorante del futuro, sin poder tener el control de lo que
acontecerá una mejora o empeoramiento de su situación y muchas veces solo.
Esto además de ser objeto de las
cargas sociales naturales de la enfermedad. El pensamiento inmediato al
escuchar la palabra cáncer, que la mayoría de las personas relacionan con
muerte, dolor, miedo, desesperanza, incertidumbre, incapacidad y alteración de
la vida cotidiana. Tiene como menciona Alonso
& Bastos (2011), “el peso de ser un
estigma social”.
El trabajo del
psicólogo representa un apoyo personal, individual e íntimo que no es posible
crear en terapias grupales o en el tratamiento con la familia, ya que se
acompaña desde el diagnóstico, los tratamientos, remisión, recidiva (cuando la
enfermedad regresa después de varios meses), pacientes en fase terminal, etc.
El acompañamiento
psicológico con el paciente que asiste por atención psicológica o es remitido
por alguna instancia de salud, es duradera y en muchas ocasiones se crea una
alianza terapéutica tan fuerte que incluso después de que el tratamiento ha
concluido (esto es cuando se logra una aceptación de la enfermedad y adaptación
a la misma), se le ofrece al paciente la oportunidad de retomar la terapia si
en algún momento así lo decidiera crea, además, una consciencia de salud
mental, expresada quizá en la confianza y la necesidad de expresar sus
emociones después de haber vivido una experiencia tan fuerte y haber
sobrevivido a ella o en ocasiones propiciar un cierre adecuado con familiares y
con el paciente, cuando ha sido impuesto por la progresión de la enfermedad que
ha supuesto la muerte de la persona.
Bibliografía
Alonso, C., &
Bastos, A. (2011). Intervención psicológica en personas con cáncer. Clínica
Contemporánea, 187-207.
Barreto, M., & Bayés, R. (1990).
El psicólogo ante el enfermo en situación terminal. Secretariado de
Publicaciones e Intercambio Científico, 169-180.
Llantá, M., Grau, J., & Massip, C. (s.f.). La psicología de la
salud y la lucha contra el cáncer.
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