ARTRITIS INFECCIOSA
¿Qué es?
Artritis
infecciosa también conocida como la artritis séptica. La artritis
séptica es un tipo de artritis (inflamación de las
articulaciones) debida a una infección. Existen dos clases principales de
infección que pueden resultar en artritis: bacteriana y viral. En casos
raros la artritis se puede deber a una infección por parásitos u hongos.
¿Cuál es la causa?
Las infecciones pueden causar
artritis ya sea directa o indirectamente. En una infección directa, el agente
infeccioso se encuentra en la articulación. En la mayoría de los casos, la
infección comienza en otra área del cuerpo y viaja a través del torrente
sanguíneo a la articulación. En otros casos, la infección puede entrar
directamente en la articulación a través de una lesión en la misma o en raras
ocasiones, durante una cirugía o inyecciones articulares. Una vez que la
infección ingresa en la articulación, los leucocitos (células del sistema inmunológico encargadas de eliminar la
infección), se agrupan, causando inflamación articular.
En otras ocasiones, como en la
fiebre reumática, los anticuerpos que el organismo crea para combatir la
infección bacteriana, erróneamente atacan al tejido articular, resultando en
artritis. En artritis ligada a infecciones virales, los complejos inmunológicos
que se forman como resultado de la batalla del cuerpo contra el virus, en vez
de los propios virus, pueden depositarse en las articulaciones y culminar en
artritis.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la artritis
séptica difieren dependiendo de la
gravedad y el tipo de infección que se trate. Las infecciones bacterianas, por
ejemplo, afectan con frecuencia una sola articulación (típicamente una
articulación grande, como la rodilla). Los síntomas de la artritis bacteriana
son: dolor articular (moderado o severo), calor (aumento de la temperatura local),
eritema (enrojecimiento) y edema (hinchazón). Cualquier movimiento de la
articulación es extremadamente doloroso. A menudo tales síntomas se manifiestan
rápidamente y pueden acompañarse de fiebre y escalofríos.
Los síntomas de la artritis de etiología viral dependen
fundamentalmente del virus involucrado. En su mayoría se manifiestan
gradualmente, causando dolor articular generalizado, en lugar de artritis
específica en unas cuantas articulaciones. En otros casos, sin embargo,
incluyendo la hepatitis C, pueden causar artritis repentina severa en varias
articulaciones, más comúnmente la rodilla y las articulaciones de las manos.
Un tipo de artritis infecciosa es la artritis
reactiva. La reacción es a una infección en otra parte del cuerpo. Las articulaciones
afectadas son generalmente la rodilla, el tobillo o el pie. A veces, la
infección que causa la artritis reactiva ocurre en la vejiga, la uretra (el
tubo que conduce la orina) o en mujeres la vagina. En hombres y mujeres puede
comenzar por una bacteria transmitida sexualmente. Otra forma de artritis
reactiva comienza al consumir alimentos contaminados o al manejar algo
infectado con bacterias.
Para diagnosticar la artritis infecciosa, su médico
puede hacerle pruebas de sangre, orina y líquido de la articulación. El
tratamiento incluye medicamentos y, a veces, cirugía.
Bibliografía
(2016). Recuperado el 24 de Junio de 2016, de
Arthritis Foundation:
http://espanol.arthritis.org/espanol/disease-center/artritis-sptica/
Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. (22 de Abril de 2016). Recuperado el 24 de Junio de
2016, de Medlineplus:
https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/infectiousarthritis.html
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